Desde el momento en el que supe que esta boda era en Calatayud, sabía que era una muy buena excusa para, momentos antes de la hora prevista para empezar el reportaje, perderme por sus calles y poder contemplar la sencillez, la fuerza, y el encanto de tan magnifica ciudad.
Una sensación similar fue la que percibí durante el día de la boda con Pablo y Yolanda. Una pareja muy afable, que disfrutó intensamente de su día. Las localizaciones estuvieron muy marcadas por el carácter vinícola de la zona, y Bodegas Care puso la guinda a un día redondo.
Una boda que me dejo muy buenas sensaciones… todo un deleite para los sentidos.
Fotos: Víctor Magallón y Carla Carcas
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