Volvemos a la carga con la postboda de Raúl y Ana. Esta vez el lugar elegido fue Oliete, lugar donde Raúl ha ido innumerables veces cuando era pequeño con su familia a pasar el día y darse un chapuzón el las aguas del tranquilo rio que discurre entre sus arboles.
Durante la sesión, en sus comentarios, se podía notar la nostalgia que le producía este lugar al evocarle números recuerdos de su infancia, nos contó lo cambiado que lo encontraba e incluso nos hablo de cosas que ya ni siquiera existen en estos momentos.
La verdad, que no hay nada mejor para una postboda, que una localización que signifique algo para la pareja, siempre es un valor añadido y tendrá una mayor importancia para los novios.
Os dejo con las imágenes de la fabulosa tarde que pasamos juntos recorriendo los parajes del pantano de Oliete, que las disfrutéis.
Fotógrafo: Eva Corbacho y Maite Adell.
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